XIV Asamblea Diocesana de Renovación Carismática
El pasado domingo 25 de febrero, II de Cuaresma, dio lugar en el convento de los Padres Franciscanos de Villarreal la Asamblea Diocesana de Renovación Carismática.
«Hoy es un día consagrado a nuestro Dios. No hagáis duelo ni lloréis, pues es un día consagrado a nuestro Dios. No estéis tristes, pues el gozo por el Señor es vuestra fortaleza». Esta es la Lectura Breve de los laudes que los hermanos de la Renovación Carismática de la diócesis llevaron al corazón en un verdadero clima de oración y alegría con el Señor.
Fue Don Enrique Vilar, coordinador diocesano del movimiento, quien impartió la asamblea bajo el lema Crecimiento y carismas. De este modo insistió en que «si no hay escucha y oración con la Palabra no hay crecimiento ni carismas». Asimismo añadió que «el pueblo de la Renovación tiene que ser el que alaba las grandezas del Señor pero también el que le escucha con un corazón abierto y sencillo». Exhortó a los participantes a «aspirar a los carismas mayores alimentando el alma con la vida sacramental y la escucha atenta al Señor«; de lo contrario, prosiguió, «la vida espiritual moriría como una planta que no se riega».
Partiendo de la intimidad con Cristo
El punto central de acto fue la Eucaristía, presidida por Monseñor Casimiro López y acompañado por el padre Antonio, párroco de los Franciscanos. El señor obispo continuó en la línea de la enseñanza de Vilar, pues dijo que «hay en el interior del hombre demasiado ruido para poder escuchar la voz del Señor», por lo que instó a «hacer silencio y profundizar en la Palabra«. Igualmente señaló la urgencia de la «vida en comunidad para el crecimiento».
El encuentro terminó con una hora de adoración al Santísimo, momento vivido por los hermanos con gran devoción. Esto dio pie a un diálogo de los mismos sobre las experiencias vividas en cada grupo.
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