Los mercedarios concluyen el jubileo de los 800 años de la Orden
Mons. Casimiro López Llorente ha presidido este domingo, 17 de febrero, la misa de clausura del jubileo por los 800 años de la fundación de la Orden de la Merced. La parroquia de San José Obrero, en Castellón, se ha llenado de fieles, un buen número de ellos jóvenes, para celebrar la libertad, como esencia del carisma dado por la Virgen María a San Pedro Nolasco en 1218, como recordó el Obispo. Entre los asistentes, ha estado la recientemente nombrada directora del Centro Penitenciario de Castellón I, Celia Bautista.
“Este jubileo ha sido un año de gracia para vuestra comunidad y para todos los que se han acercado a beber de la fuente de la Misericordia aquí en vuestra parroquia”, afirmaba el Obispo. En el mismo sentido el Papa Francisco invitó durante este aniversario a anunciar un año de gracia y concedió el don de la indulgencia plenaria “para dejarnos sanar de todo aquello que el pecado deja como mancha y nos impide de hacer el bien”, evocaba Mons. López Llorente.
En la homilía, el Obispo se centró en tres palabras: la confianza de que “Dios nunca nos abandona, que él es la vida y la plenitud de felicidad que todos que todos anhelamos, la felicidad plena que se opone a la búsqueda de gozo efímero en idolatrías que “en lugar de Dios se busca a sí mismo”, y el camino que Cristo muestra para “seguir trabajando y lograr llevar a otros la esperanza liberadora de tantas formas de esclavitud”.
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