Las entidades de la Pastoral Caritativa social celebran la III Jornada Mundial del Pobre
“En mi interior atado, os acercasteis con dulzura, mi corazón encontró cura, Tú fuiste quien me dio cordura, Tú desataste mi ternura”. No es un estribillo cualquiera. Lo han compuesto personas que pasan por graves dificultades y ha sido el canto final de la Eucaristía en la III Jornada Mundial del Pobre. Mons. Casimiro López Llorente ha presidido la ceremonia en una iglesia de San José Obrero de Castellón llena. El acto ha estado organizado por las entidades de la Pastoral Caritativa Social.
Retomando una reflexión del Papa Francisco en su mensaje de esta jornada, el Obispo ha afirmado que “hoy también es el día del Señor; Él sale a nuestro encuentro en la Palabra, en la Eucaristía, en la Iglesia, y también en los pobres y necesitados. Cristo se identifica con el que sufre cualquier tipo de pobreza”.
Ser testigos de la caridad
Mons. López Llorente ha recordado que, aunque el pobre confía en Dios, él quiere que nos ocupemos de nuestro hermano: “En el momento de calamidad, el Señor nos llama a ser testigos suyos, que es la caridad”. Al terminar ha invitado a las entidades de la Pastoral Caritativa Social a «ser un signo de amor que convierta en ayuda y sobre todo en esperanza”.
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