"Presos y Familias" nueva campaña de la Pastoral Penitenciaria en esta Navidad

Es el décimo tercer año consecutivo que la Pastoral Penitenciaria lanza su campaña de Navidad. Este año la Iglesia quiere hacer visibles a los presos y a sus familias, «invisibles por la pandemia».

«Preso y Pandemia» son dos palabras con significado dispar pero que, en esta campaña, la Pastoral Penitenciaria une porque la población reclusa sigue estando al final de la lista en todo tipo de ayudas.

La Iglesia quiere hacer visible a los presos y a sus familias. Por ello, desde la Pastoral Penitenciaria hacen un llamamiento a la caridad para que el interno pueda llamar a su familia, comprarle calzado, ropa interior y productos personales. En prisión no hay caprichos, pero tal vez con la ayuda de todos puedan recibir lo necesario. Las aportaciones pueden realizarse por transferencia bancaria a CAJAMAR ES38-3058-73-07-102720003580 o por BIZUM al 01215.

La pandemia, con sus restricciones ha llevado a la invisibilidad y al olvido a los presos. El virus ha suspendido las comunicaciones, los besos, abrazos y lágrimas con la familia han desaparecido. Ahora el preso llora solo en su celda. Los permisos de salida se han suspendido. La calle que tanto añoramos en el confinamiento, los presos la tienen prohibida. Les quedan las llamadas telefónicas, pero cuesta dinero. Se cierran los talleres, de donde percibían un pequeño ingreso, con el que algunos incluso ayudaban a sus familias.

Desde la Pastoral Penitenciaria también quieren hacer visibles a sus familias ayudándolas con comida, pago de recibos o alquileres, haciendo un llamamiento a la solidaridad y caridad de todos.