Apuntar a la clase de Religión
Queridos diocesanos:
Una vez aprobada y desarrollada la Ley Orgánica de Educación, estamos escuchando muchas inexactitudes sobre la clase de Religión católica en la escuela, amén de los ataques habituales con el fin claro de desterrarla del ámbito escolar. Ante tanta desinformación interesada hay que recordar que la enseñanza de la Religión católica sigue presente en la escuela, aunque su regulación en la LOE no sea conforme a los Acuerdos entre el Estado Español y la Santa Sede por no ser equiparable a las asignaturas fundamentales y por ser discriminatoria para quienes la eligen.
En cualquier caso, la enseñanza religiosa es de oferta obligatoria para los centros y de libre elección para los padres o los alumnos. Es lo estipulado en los Acuerdos Iglesia-Estado, según el principio de la libertad civil en materia religiosa y el derecho de los padres a la educación religiosa de sus hijos. La asignatura de Religión no ha sido, pues, suprimida; y los padres deberán velar también para que los colegios cumplan con esta obligación de ofertarla, que lo hagan de hecho con las horas que le corresponden y no se escuden en excusas diversas para no hacerlo.
Por su parte, los padres católicos que así lo deseen, deberán inscribir a sus hijos a la clase de Religión o deberán procurar que sus hijos se inscriban en ella. Es algo que hay que hacer personalmente en la inscripción para el próximo curso escolar. Al elegir la educación religiosa católica para sus hijos, los padres hacen uso de un derecho fundamental, derivado de su derecho y responsabilidad originarios a la educación de sus hijos. Esta asignatura garantiza el derecho de los padres, reconocido en la Constitución, a que sus hijos reciban la formación religiosa y moral de acuerdo con sus convicciones religiosas. Es un derecho que el Estado ha de respetar y cuyo ejercicio ha de favorecer, y no poner trabas para que su ejercicio sea libre, efectivo y no discriminatorio.
Es más. Los padres católicos al pedir la clase de Religión para sus hijos cumplen también con su compromiso de educarles en la fe católica, asumido libremente el día del bautismo de sus hijos. Los padres católicos no pueden hacer dejación de este su compromiso libre ante la Iglesia y ante sus hijos. Los padres católicos han de tomar en serio este compromiso y dejar oír su voz en defensa de su derecho en una escuela verdaderamente plural. De su interés por la asignatura depende el futuro de la asignatura.
Con mi afecto y bendición,
+ Casimiro López Llorente
Obispo de Segorbe-Castellón