El Obispo envía a los jóvenes que irán a la misión este verano, a Calcuta y a Nairobi
«Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado».
Con la celebración de la Eucaristía en la S.I. Concatedral de Santa María, en Castellón, nuestro Obispo ha enviado esta mañana a dos grupos de jóvenes, quienes vivirán este verano una experiencia misionera en la India y en Kenia, anunciando la Buena Noticia de Jesucristo en las periferias existenciales, impulsados y ayudados por el Espíritu Santo. Se trata de dos proyectos misioneros distintos, en los que ha colaborado económicamente la Delegación diocesana paras las Misiones.
El primero de ellos tendrá lugar del 8 al 25 de julio, en el que 6 seminaristas, acompañados por tres sacerdotes, D. Juan Crisóstomo, D. Javier Santos y D. Jaime Arenós, realizarán su misión en tres parroquias de Nairobi: Kayole, Soweto y Mihango. El viaje está organizado por la Asociación Cultural Ameafrica y, durante estos días, los seminaristas asistirán a las comunidades cristianas allí presentes, visitando a los enfermos, reuniéndose con los jóvenes, con los matrimonios, con los novios…
El segundo de los proyectos, organizado por la Delegación diocesana para la Infancia y la Juventud, es “Misión Calcuta”, un voluntariado con las Misioneras de la Caridad en la India en el que van a participar 22 jóvenes junto al sacerdote D. Manuel Díaz. Además de a nuestra Diócesis de Segorbe-Castellón, también pertenecen a la de Teruel y Albarracín, Huesca y Valencia.
Cabe indicar que estos jóvenes ya han celebrado tres encuentros preparatorios, en los que han recibido formación por parte del padre Pascual Cervera, Director del Movimiento Corpus Christi; y del padre Salvador Prades, Delegado diocesano para las Misiones. Además, previo al envío, esta mañana se les ha regalado el libro “Ven, se mi luz: las cartas privadas de la santa de Calcuta”.
D. Casimiro les ha enviado a la misión en el contexto del Año Jubilar diocesano que estamos celebrando, tal y como ha recordado en la homilía, “que se centra en crecer en comunión para salir a la misión”, les decía a estos jóvenes, “y lo hacemos con una Eucaristía, fuente de la vida y la misión de la Iglesia, Cristo Jesús resucitado, que envía a los apóstoles, en los que estamos representados todos, a anunciar el Evangelio”.
Ha explicado que los cristianos no vivimos para nosotros mismos, ya que “somos convocados para ser enviados, y vamos en el nombre del Señor, en el nombre de nuestra Iglesia diocesana, que quiere ser misionera”. Pero para ello es necesario salir junto al Señor, les ha indicado, “sin Él será difícil superar las dificultades que vais a tener”, “no será fácil, pero saberos acompañados por el Señor”.
También les ha exhortado a “anunciar el Evangelio con vuestra vida, mostrando a aquellos con quienes os encontréis la cercanía de Jesús, el Señor resucitado, y la misericordia de Dios”, haciéndoles presente “el Evangelio del Señor, la alegría que provoca”, a cada uno “en su realidad concreta, con sus sufrimientos”, “mostrándoles que la Iglesia está cercana a su situación”.
Tras ello, el Obispo ha bendecido y entregado las cruces que cada uno de ellos llevará, símbolo de la pertenencia y misión eclesial de los enviados. Con ella manifiestan a los ojos de los demás que son enviados por la Iglesia en nombre de Cristo, para ser portadores de la alegría del Evangelio.
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