La necesidad de tener clara la visión y las cualidades del pastor, temas centrales del retiro mensual sacerdotal
Organizado por la Vicaría del Clero, esta mañana se ha celebrado, en el Palacio Episcopal de Castellón, el retiro mensual para los sacerdotes de la Diócesis, al que ha asistido nuestro Obispo, D. Casimiro López Llorente.
D. Jordi Mas, encargado de San Lorenzo Mártir de Vilar de Canes y Capellán de la prisión de Albocàsser, ha sido el encargado de la meditación, que ha tratado sobre la necesidad de tener clara la visión y sobre las cualidades que debería tener el pastor.
Para ello ha leído el pasaje evangélico del ciego Bartimeo, protagonista del último milagro de curación de Jesús, narrado en Marcos 10:46. Jesús pasaba por Jericó y Bartimeo oye ruido. Está al borde del camino, fuera del seguimiento de Jesucristo, y se entera de que Jesús está pasando cerca de él.
Como ha explicado, estar sentado al borde del camino sin poder seguir a Jesús, es sinónimo de no tener visión, y “sin visión no podemos ir a ningún lugar, estamos desorientados”. En cambio, “la visión nos orienta, nos lanza, nos apasiona y nos ilusiona”, ha dicho. Es por ello que, “cuando Bartimeo recobra la vista sabe a dónde ir, tiene clara la visión”.
“Es fundamental tener la visión clara, nítida, tener claro nuestro horizonte, saber a dónde vamos”, ha explicado con rotundidad, y “una parroquia o una Diócesis sin visión muere, desfallece”. Es muy importante aquí el pastor, ha indicado, y “que se dirija hacia el lugar adecuado para llevar a sus ovejas, al lugar donde vale la pena ir, y lo debe hacer decidido”.
Por otra parte, del mismo modo que “Jesús no puede llevar a cabo la misión solo, porque necesita a sus discípulos, a los apóstoles, a los que va enseñando por el camino”, también el pastor “debe tener la visión clara, fácil de transmitir”, ya que “cuando las personas participan de ella se ilusionan”. Además, “cuando la Iglesia no comparte y no transmite la visión, las personas se alían con todo tipo de ideologías”.
Es por ello que “el pastor necesita incorporar a la misma visión a otras personas de su alrededor, cada una con sus cualidades, que complementan al pastor”. Estas personas, los laicos, “tienen como tarea fundamental llamar a todos aquellos que están postrados, por cualquier herida o limitación, para decirles como a Bartimeo: «Ánimo, levántate, que te llama»”.
Asimismo, D. Jordi ha indicado aquellas cualidades que debería tener todo pastor. Éstas son: entusiasmo, con la visión; humildad, porque solo no puede, necesita de los demás y de Dios; audacia, con capacidad para emprender proyectos; justicia, tiene que ser justo, elogiar en público y reprender en privado; prudencia, midiendo las consecuencias de los actos y de las palabras; fortaleza, con capacidad de afrontar las dificultades; y templanza, con paz interior e inteligencia emocional, capaz de gestionar las emociones.
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