«Los profesores de religión debemos poner a la persona en el centro y reconstruir los vínculos entre la familia y la escuela»
Entrevista a Mauro Soliva, Delegado diocesano para la Enseñanza
En nuestra Diócesis, unos 360 profesores reciben anualmente la Missio Canonica para impartir la asignatura de Religión en los centros estatales, concertados y privados. En este inicio del nuevo curso escolar, más de la mitad del alumnado que cursa estudios en los centros ubicados en nuestra diócesis, el 51,42%, elige la asignatura de Religión y Moral Católica, sin embargo cada año, especialmente en los niveles de infantil y primaria se produce un pequeño descenso en la inscripción. Para el Delegado diocesano para la Enseñanza «es fundamental insistir a las familias que piden el bautismo o la comunión para sus hijos en la importancia de complementar la transmisión de la fe que se debe dar en el ámbito familiar y en la parroquia, con la enseñanza escolar de la Religión Católica».
Hablando de enseñanza y educación, ¿cómo percibes el momento presente?
Estamos en un momento de enorme incertidumbre por la entrada en vigor de la LOMLOE, la octava ley educativa, marcada por una falta total de consenso y de diálogo que limita su recorrido real. Sin embargo, al mismo tiempo es un momento en el que los que amamos la educación debemos ser proactivos y aprovechar el debate social que generan estos cambios para avanzar en lo que el Papa Francisco denomina “El Pacto Educativo Global”. El Santo Padre nos propone a todos los agentes educativos repensar la tarea educativa poniendo a la persona en el centro y reconstruyendo los vínculos entre la familia y la escuela, tan deteriorados en las últimas décadas. Aquí, los profesores cristianos tenemos una doble tarea y responsabilidad porque estamos llamados a ser en nuestros centros motores de este cambio.
¿Cuál es la demanda o aceptación de la clase de Religión en Segorbe-Castellón?
Más de la mitad del alumnado que cursa estudios en los centros ubicados en nuestra diócesis, el 51,42%, elige la asignatura de Religión y Moral Católica, sin embargo cada año, especialmente en los niveles de infantil y primaria se produce un pequeño descenso en la inscripción. Por lo que es fundamental insistir a las familias que piden el bautismo o la comunión para sus hijos en la importancia de complementar la transmisión de la fe que se debe dar en el ámbito familiar y en la parroquia, con la enseñanza escolar de la religión católica.
¿Nos equivocamos si ponemos en paralelo la clase de Religión y la catequesis?
La Clase de Religión y la Catequesis son complementarias pero no pueden confundirse. Ambas son parte de la tarea evangelizadora, sin embargo, cada una cumple esta misión desde objetivos, ámbitos y metodologías diferentes; además hay que tener presente que cursan la asignatura alumnos que no siempre son creyentes. El ámbito personal de la fe, adquirido en la familia y vivido en el seno de una comunidad cristiana concreta (la parroquia) necesita formarse a nivel académico y entrar en diálogo con el resto de materias escolares.
Hablamos de una asignatura crucial para la formación de la persona, ¿no es así?
Una educación integral de la persona, tiene que ayudar al alumno a madurar su dimensión espiritual y trascendente. Sin una atención específica a esta dimensión no podemos hablar de una educación integral de la persona. La asignatura de Religión y Moral católica es crucial en este sentido.
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