Promesa de celibato y profesión de fe de los seminaristas que recibirán el diaconado transitorio en mayo
Ayer, miércoles 28 de abril, el Seminario Diocesano, Internacional y Misionero, Redemptoris Mater, acogió el acto de promesa de celibato y profesión de fe de David Vázquez, Wilson González y Jae Kong Albino Hong, seminaristas que el próximo 15 de mayo recibirán el orden del Diaconado transitorio en la S.I. Catedral de Santa María, en Segorbe, a las 11h.
La profesión de fe y la promesa de celibato, prescriptivos antes de recibir la ordenación diaconal transitoria, se realizó en el transcurso de una Eucaristía presidida por el Obispo de la Diócesis, D. Casimiro López Llorente quien en la homilía destacó la importancia del «discernimiento, de la acción del Espíritu Santo, y de la misión» tal como reflejaba ayer primera lectura (Hch 12, 24-13) y que aprovechó el Obispo para poner de relieve que «la palabra de Dios es rica y adecuada para cada momento», como el vivido ayer por los tres seminaristas a quienes D. Casimiro exhortó a mantenerse firmes en la obediencia a Dios, «que no es otra cosa – dijo – que ponerse a la escucha a Dios que nos habla, no solo a través de su palabra, sino también a través de los acontecimientos, para discernir cual es el camino que Él nos marca». Este tiempo de discernimiento es necesario, resaltó el Obispo, porque junto a los formadores y a la comunidad «habéis discernido si la llamada era real o era un antojo; si teníais la capacidad y la disponibilidad para ser llamados, adquiriendo así la castidad, la pobreza y la obediencia, desde la oración y el ayuno, escuchando la acción del Espíritu Santo».
Diaconado transitorio
Al diacono transitorio se le confiere este ministerio por un periodo. Es un tiempo de aprendizaje y de preparación antes de la ordenación sacerdotal, hasta que se considera al candidato suficientemente maduro para ser ordenado por el Obispo. En este sentido, D. Casimiro recordó que recibir el diaconado «imprime un carácter que ya es imborrable y para siempre pues sois representación visible de aquel que es la única cabeza de la iglesia». Les recordó. utilizando las palabras del Papa emérito, Benedicto XVI, que son «pequeños colaboradores de la tarea del Señor y de la acción del Espíritu Santo». De esta forma, aseveró el Obispo, sabemos que nuestra tarea es fundamentalmente llevar a las personas con el encuentro con Cristo, que les lleve a la fe en él, a adherirse a él, a confiar en el él», en definitiva, «acoger la propia palabra para hacerla vida», y esa, concluyó D. Casimiro, «es la misión que el señor os va a encomendar tras estos meses de preparación y de servicio a Dios y a los hermanos».
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