La Iglesia al servicio de los más necesitados: Presentación de la Memoria de Cáritas Diocesana 2019
“Sentado a la mesa con ellos” (Lc 24,18) es la propuesta que nos hace la Conferencia Episcopal Española y Cáritas con motivo del DÍA DE LA CARIDAD.
Nos invitan a todos los cristianos, en particular a cuantos trabajamos en la acción caritativa y social, a encontrarnos con Él en el camino y a sentarnos a comer a su mesa, para que, unidos a Él, nos convirtamos en testigos de la fe, forjadores de esperanza, promotores de fraternidad y constructores de solidaridad en medio de esta situación tan dolorosa que estamos atravesando.
Con motivo de la Solemnidad del Corpus Christi, Día de Caridad, el próximo 14 de junio, los obispos nos dicen que el Señor nos llama constantemente a ser discípulos misioneros, a salir a los caminos y encrucijadas de la historia para convocar a todos, especialmente a los desesperanzados, a los pobres y excluidos, a los que experimentan la violencia y la persecución, y a los que habitan en las diferentes periferias de nuestro mundo.
Este año celebramos una Semana de la Caridad atípica, marcada por una pandemia mundial que nos ha obligado a cambiar nuestros hábitos, nuestra forma de sentir, de relacionarnos, pero que no nos ha hecho olvidar ni por un segundo la llamada que nos hace el Señor a “soñar con un mundo mejor”. Este año la programación de la Semana será toda on-line a través de nuestra web y redes sociales. Os animamos a seguirla y replicarla en vuestros medios sociales, porque #CadaGestoCuenta y el compromiso de todos y todas, mejora el mundo.
Memoria de Cáritas Diocesana 2019
La transparencia es un elemento capital en Cáritas y, por ello, cada año presentan los resultados, fruto de la labor de las personas que la conforman, unidos con el objetivo común de proteger, servir, amar y defender la dignidad de los más vulnerables.
Ese compromiso ha llevado a atender y acompañar a 14.536 participantes (un 17% más que el pasado año) y 25.537 (un 7% más) personas beneficiarias.
Los datos indican que la pobreza y la vulnerabilidad social siguen creciendo, incluso entre aquellos que han encontrado un puesto de trabajo. Se intensifica la cronificación estructural, porque la exclusión o el riesgo de sufrirla se hereda de padres hijos y se mantiene en el tiempo. No es fácil salir de la pobreza. Además, los pobres son “cada vez más pobres”, es decir aumenta la brecha entre ricos y pobres. Se produce una “espiral de pobreza» en la que un factor alimenta a otro y hace que cada vez sea más difícil extraer a esa familia del espacio de la exclusión al espacio de la integración.
El perfil que llega a Cáritas es el de familias o personas que viven en hogares donde no entra ningún salario por empleo o éste es precario, jóvenes y menores de familias en exclusión social, personas drogodependientes, enfermos crónicos, personas en situación de sin hogar, personas mayores, inmigrantes (detectando durante el 2019 un aumento de familias procedentes de países de Latinoamérica -Venezuela, Honduras y Colombia-; estas personas duplican el riesgo de pobreza y de exclusión social como resultado de un marco legal que dificulta su acceso al trabajo, lo que dificulta afrontar los gastos básicos como la vivienda, la alimentación o el vestido).
Preocupa también el tiempo de acompañamiento de las personas que acuden a nuestras Cáritas. Como ejemplo, el 52% de las mujeres acompañadas en los proyectos de mujer, permanecen una media de 3 años en nuestros recursos. Son familias cuyas condiciones de vida han sufrido dificultades en diferentes dimensiones (empleo, vivienda, salud, relaciones sociales, etc.) que necesitan acciones integrales en varias de las dimensiones afectadas, lo que explica que los acompañamientos se prolonguen en el tiempo y sean cada vez más intensos.
Un mercado laboral complejo y unos precios elevados de acceso a la vivienda que provocan la exclusión residencial, impide a las familias de la “sociedad expulsada”, pero también algunas familias de la “sociedad insegura”, salir del pozo
Como fruto de esta realidad, Cáritas Diocesana ha dedicado el 84% de sus recursos a los proyectos de Acogida y Acompañamiento para atender las necesidades básicas y de promoción de una población expulsada que acumula una gran cantidad de dificultades y problemas, intentando frenar que la espiral de la exclusión siga expulsando a estas personas de la sociedad.
En esta respuesta juegan un papel decisivo todos y cada uno de los voluntarios que hacen posible toda esta actividad al igual que los colaboradores, donantes y empresas convencidas del valor de la dimensión social de su generosidad. Gracias a estos gestos fraternos podemos estar cerca de quien más lo necesita en cada momento, defendiendo sus derechos en las tres áreas fundamentales del desarrollo: necesidades básicas, sentido de la vida y participación social.
Esta memoria es un sincero agradecimiento a quienes, de una forma u otra, colaboran y trabajan en favor de los más necesitados de una sociedad que TODOS debemos mejorar.
Memoria Cáritas Comunidad Valenciana 2019
Los datos de 2019 de Cáritas en la Comunidad Valenciana, Alicante, Castellón y Valencia, son:
DATOS |
NÚMERO Cáritas Parroquiales 684 |
PARTICIPANTES 49.025 |
BENEFICIARIOS 118.150 |
INVERSIÓN 12.040.013 |
Memoria COVID-19
Desde el interior de la tempestad provocada por la pandemia de la COVID-19, Cáritas Diocesana, Iglesia al servicio de los más necesitados, ha seguido trabajando en el límite de sus posibilidades y de su capacidad para estar junto a las familias más vulnerables. Una vez más la crisis no ha sido igual para todos, los más frágiles se han visto más afectados. Pérdida de empleo por ERTE o por la paralización de la economía alternativa debido a la cuarentena, ha desplazado a muchas familias a los márgenes. La falta de alimentos, las dificultades para pagar los alquileres, la convivencia, la soledad, el ensanchamiento de la brecha educativa y digital, los problemas de salud…, completan la mirada sobre el impacto que esta crisis ha traído a las familias acompañadas por Cáritas. Se ha duplicado el número de personas atendidas en las acogidas, en dos meses y medio se han atendido a la mitad de las personas acogidas en todo el año 2019. El 90% de las personas atendidas en fase COVID, necesitaban ayuda urgente para la alimentación. Y el 35% han sido personas que nunca habían sido atendidas por Cáritas.
Un total de 8.478 personas acogidas en las Cáritas de toda la diócesis, 609 personas atendidas en el servicio de empleo, 161 personas atendidas en albergues y viviendas tuteladas, 7.679 comidas preparadas para llevar. Entre las cifras también cabe destacar que 36 personas han encontrado un empleo en los nichos laborales aflorados por la emergencia y más de 90 personas han contactado con Cáritas para hacer voluntariado en estos meses tan duros. No debemos olvidar la creación, a iniciativa de la Diócesis, de un Fondo ante el Covid-19, destinado a prestar ayuda a las Cáritas parroquiales, arciprestales o interparroquiales cuando éstas no pueden cubrir con fondos propios las peticiones de personas o familias necesitadas (alimentos, suministros, vivienda, comedores, medicamentos…).
Colecta y rendición de cuentas. Tenemos retos por delante que no podemos abordar solos
El Día de Caridad es la jornada en la que Cáritas solicita la colaboración económica de la comunidad cristiana, para sostener su actividad socio-caritativa. Por ello, todas las colectas del día del Corpus, como también las de los primeros domingos de mes, se destinan a las más de 97 Cáritas Parroquiales, 6 Cáritas Interparroquiales y a Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón.
Y en este ejercicio de transparencia, las diferentes Cáritas rinden cuentas ante sus comunidades informando del destino de la colaboración económica recibida y de su gestión en la acogida y el acompañamiento a las personas necesitadas, para que vean reconocidos sus derechos y puedan vivir con dignidad.
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