La Hospitalidad Diocesana regresa a Lourdes tras dos años de pandemia
«En Lourdes se hace presente la Gracia de Dios a través de su Madre»
Ayer tarde, a última hora llegaban, procedentes de la Diócesis de Segorbe-Castellón, los hospitalarios y enfermos que, tras dos años de pandemia, han podido regresar al Santuario de Lourdes iniciándose esta misma mañana la peregrinación de este 2022 en la que participan un total de 295 personas entre enfermos, sacerdotes, equipo médico, sanitarios y hospitalarios. Con ellos también viaja el Obispo de la Diócesis, Monseñor Casimiro López Llorente, el Vicario general, D. Javier Aparici, el de Pastoral, D. Miguel Abril, el de Clero, D. Marc Estela, y el Consiliario de la hospitalidad, D. José Luis Valdés.
La peregrinación arrancaba esta misma mañana a primera hora, en la Basílica del Rosario, donde se ha celebrado una Penitencial en la que todos los participantes han podido recibir el Sacramento de la Reconciliación a través de la confesión.
Juan, 1, 5-9
Y la luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no lo recibió. Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: este venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. No era él la luz, sino el que daba testimonio de la luz. El Verbo era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre, viniendo al mundo.
Lc. 4, 24-27
«En verdad os digo que ningún profeta es aceptado en su pueblo. Puedo aseguraros que en Israel había muchas viudas en los días de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías sino a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, sin embargo, ninguno de ellos fue curado sino Naamán, el sirio».
La lectura del Santo Evangelio ha dado paso a la homilía de nuestro Obispo que ha puesto en valor la importancia del Sacramento de la Reconcialiación en este Año de Gracia para nuestra Diócesis, en que el «amor del Señor ilumina y transforma nuestra vida». Venimos a Lourdes, ha dicho D. Casimiro, «porque aquí se hace presente la Gracia de Dios, de forma especial, a través de su Madre, la Virgen».
La cercanía de Nuestra Señora de Lourdes hace que «nuestro corazón y nuestra vida se dirija también a su Hijo para renovarnos, purificarnos y acercar nuestro corazón al Señor». El Obispo no ha sido ajeno a «todas aquellas veces que caminamos de espaldas a Dios, sin acogerlo en la vida que él nos ha dado a través del Bautismo». Así se ha referido al «pecado» por todas esas ocasiones en las que «no acogemos su amor para darlo al hermano, al necesitado, al enfermo». Recordando la primera lectura (Jn.1, 5-9) se ha referido a todas aquellas veces que nos engañamos a nosotros mismos como un mal de nuestro tiempo, «por no tener conciencia del pecado, contentándonos con cumplir con lo básico: ser honrados, no matar o no robar».
En este sentido nos ha exhortado a «volver nuestra mirada y nuestro corazón a Dios para que su Palabra ilumine nuestra vida para poder mostrar el rostro de Jesús al hermano». Y, citando el Evangelio de San Mateo (25, 31-46) nos ha recordado que todo cuanto «hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis».
Por el Bautismo Dios habita en nosotros, ha insistido D. Casimiro, exhortándonos al perdón y a la reconciliación y «dejando que el Señor brille con su Palabra en nuestro camino para que podamos acoger la Gracia de Dios y que transforme nuestra vida.
Tras la celebración Penitencial de esta mañana, la Hospitalidad Diocesana se ha hecho la tradicional foto de grupo en el que participan más de 60 jóvenes hospitalarios.
A continuación se ha celebrado el paso por la Gruta de toda la peregrinación donde se han vivido momentos especialmente emocionantes por parte de los 58 enfermos que han viajado hasta el Santuario en el encuentro con la Virgen, recibiendo la bendición de nuestro Obispo, que ha depositado una ofrenda floral a los pies de Nuestra Señora de Lourdes y les esperaba tras su paso por la Gruta.
D. Casimiro ha acudido también al Accueil Notre-Dame, donde se hospedan los enfermos, y ha podido intercambiar impresiones con las hospitalarias del servicio de comedor, procediendo a bendecir la mesa, gesto que ha sido muy aplaudido y celebrado por todos los presentes.
Esta tarde el Obispo de la Diócesis, presidirá la Eucaristía con «Unción de enfermos» que tendrá lugar en la Capilla de Santa Bernardette.
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