«No dejéis de anunciar el Misterio de la Navidad y ser testigos de la Gracia, la Verdad y la Paz que nos da Dios»
El Obispo de la Diócesis de Segorbe-Castellón ha celebrado hoy la Santa Misa de Navidad en la Concatedral de Santa María, en Castellón y ha invitado a no dejar «de anunciar el Misterio de la Navidad» que no es otro que Dios se hace hombre «para darnos vida, amor, esperanza y llegar a participar de su propia vida en plenitud».
Ni la pandemia, ni la tristeza, ni las limitaciones, ni la dificultad «nos pueden robar la celebración de la Navidad», ha dicho D. Casimiro, «porque el nacimiento de Dios no es una idea ni una invención, es un acontecimiento único en la historia que se enmarca en un tiempo y un espacio» tal como se relata en el Evangelio. El gran Misterio de la Navidad es que «el niño que ha nacido es Dios y al hacerse hombre nos da la condición de participar de su divinidad, de su vida para siempre, de la inmortalidad que todos deseamos» y hoy nuestra máxima alegría es que con el nacimiento del Niño Jesús «Dios nos ha hecho sus hijos, nos ilumina nuestra vida y nos hace partícipes de la suya». En este sentido el Obispo ha invitado a no caer en la tentación de creernos dioses al margen de Dios y absolutizar la autonomía de la libertad del sujeto «porque la salvación y la vida en plenitud solo nos puede venir de Dios y eso es lo que hoy acontece».
El Misterio de la Navidad es «Misterio de luz que ilumina nuestra vida y nuestro camino, es Misterio de vida, la vida misma de Dios de la que nos hace partícipes y es Misterio de Amor«. En la homilía de hoy el Obispo se ha centrado en las palabras del profeta Isaías y el prólogo del Evangelio para resaltar que el Misterio de la Navidad «lo es también de Gracia, Verdad y Paz». La Gracia «es un don de Dios igual que lo es el Niño Dios y la vida que se nos da y que hemos de cuidar, tanto la propia como la ajena». En este sentido ha recordado que muchos dones son efímeros y pasarán pero «los creyentes sabemos que somos peregrinos en la vida y que el camino termina en la vida misma de Dios y de ahí la llamada a acoger la Gracia de Dios». En segundo lugar, a través del Niño Dios se nos muestra la Verdad, «y nuestra verdad es que de Dios procedemos y hacia Dios caminamos y eso es lo que nos exonera de la desesperanza y mostrar a otros que no nacemos para la muerte, sino que nacemos para vivir». Por último el niño que ha nacido hoy «es el mensajero de la Paz porque nos reconcilia con nosotros mismos, con la creación y con Dios y esa es la verdadera Paz, porque solo cuando nos sentimos perdonados, acogidos y abrazados por la Misericordia de Dios somos testigos de su amor y de la Paz que nos da Dios».
D. Casimiro ha invitado a los feligreses reunidos en la Concatedral a «no tener miedo a acoger a Dios y seguir trabajando para ser testigos del Reino de Dios, y abrir nuestro corazón a la Gracia, la Verdad y la Paz de Dios». Tras la celebración, que ha sido retransmitida por el canal de YouTube de la Diócesis y en la que ha participado la Coral de Lledó, los asistentes han podido adorar al Niño Dios cumpliendo las medidas de seguridad.
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