Entrevista a Natalia Peiro Pérez, secretaria general de Cáritas Española y directora ejecutiva de la Fundación FOESSA (Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada).
Hace unos días visitó nuestra Diócesis para impartir una conferencia sobre cómo “Construir la cultura del cuidado”, ¿cuáles son las claves?, ¿a qué o a quién estamos llamados a cuidar como cristianos?
Las claves las resumí en pasar de una sociedad descuidada por no ocuparse del bienestar de todos, de una sociedad desvinculada por la fuerza del individualismo y de una sociedad desconectada por el exceso de virtualidad a una sociedad que cuida.
Para ese cambio, todo empieza por cambiar cada uno de nosotros: cuidar de uno mismo, cuidar de los demás y cuidar del planeta son los caminos para ese cambio en la sociedad. Estamos llamados a cuidar a todos, a familiares y extraños, como nos enseñó Jesús.
El pasado domingo, 31 de octubre, celebramos el Día de las Personas Sin Hogar. ¿Cuál es la situación actual del sinhogarismo en España?, ¿Qué podemos hacer nosotros ante esta realidad?
La situación actual es que 40.000 personas en nuestro país no tienen hogar, pero también, y a veces más invisible es que una gran parte de nuestra sociedad no cuenta con una vivienda adecuada bien porque es inaccesible arquitectónicamente o porque es fría o está deteriorada y otras muchas personas no están seguros en su vivienda porque no pueden afrontar los pagos de suministros, alquiler u otros gastos.
Ante esta situación, desde luego debemos continuar apoyando a todas estas personas, pero también visibilizar – como hacemos en esta campaña de Personas Sin Hogar – estas diferentes situaciones y proponer y exigir cambios legislativos que apoyen a que nadie se encuentre sin un Hogar como por ejemplo la ampliación del número de viviendas sociales en régimen de alquiler o la garantía del derecho a la vivienda.
La Iglesia nos invita y nos anima ahora a participar en el proceso sinodal. ¿Es Cáritas, el organismo oficial de la Iglesia para promover la acción caritativa y social, la que mejor puede hacer que se escuche la voz de los pobres?
Queremos hacer un esfuerzo en este proceso del Sínodo para hacer llegar esas consultas diocesanas a las personas que participan en nuestros proyectos, a las que acuden a Cáritas, para recoger sus inquietudes, conocer mejor lo que piensan y lo que piden a esta Iglesia del futuro que queremos construir.
¿Cuál está siendo la respuesta de Cáritas a la emergencia por la erupción del volcán de La Palma?
Cáritas está presente desde el primer día a través dos arciprestazgos y varios equipos de voluntarios. Como sabemos, las autoridades locales y protección civil se están encargando de dar solución a las necesidades básicas de emergencia, facilitando refugio, alimento, productos de higiene, etc. a las personas que han sido evacuadas de sus viviendas a las personas, pero Cáritas está colaborando muy activamente en la Isla de la Palma con el acompañamiento cercano a las familias desde el primer día.
En este sentido, la red Cáritas, además de colaborar con las autoridades locales para dar cobertura a dichas necesidades básicas de emergencia, está identificando una serie de necesidades que tendrán que ser atendidas en el medio y largo plazo y que ya están siendo estudiadas y poco a poco puestas en marcha.
- Refugio transitorio para las personas evacuadas que viven en hoteles pero que van a tardar en recibir sus viviendas defintivas.
- Atención psicosocial para personas afectadas por crisis de estrés, ansiedad, shock post traumático, acompañamiento a la soledad, a la educación online y cierres de transportes o colegios.
- Asesoramiento legal para orientar y apoyar en sus derechos a aquellas personas que han perdido sus viviendas, terrenos y otra serie de propiedades.
- Orientación y búsqueda de Empleo para aquellas personas que han visto destruida o gravemente afectada su forma de vida habitual, o que se han visto afectadas por la crisis económica colateral que afecta a la isla.
También ha realizado diferentes iniciativas de comunicación para informar, para llamar a la solidaridad y por supuesto iniciativas de oración comunitaria para generar un espíritu de comunión también con otras poblaciones o diócesis, ese sentido de comunidad cristiana, de que no están solos que es tan necesario ante tanto dolor y destrucción.
La pandemia, el precio de la luz, la bajada de los ingresos familiares, sinhogarismo… La Iglesia diocesana puso en marcha, a iniciativa de nuestro Obispo, D. Casimiro, el Fondo Diocesano ante el Covid-19, destinado a prestar ayuda a las Cáritas cuando no puedan cubrir con fondos propios las peticiones de personas o familias necesitadas. Vemos que la Iglesia no se queda indiferente ante estas situaciones. ¿Están respondiendo las políticas públicas a las personas más vulnerables?
La Iglesia siempre está presente ante el dolor, y la solidaridad de todos ha sido profunda y valiosa en los tiempos del COVID y especialmente en los momentos más duros. Sin embargo, hemos visto que muchas ayudas y políticas públicas como los ertes, ayudas de emergencias o incluso el Ingreso Mínimo Vital, han ayudado muchas personas, pero no han llegado a las más pobres. Prueba de ello es que la pobreza extrema ha aumentado, y hay 2,5 millones de personas nuevas en exclusión social, casi 2 millones de ellas están en la pobreza severa: esto demuestra que hay personas que han quedado al margen de esas políticas públicas, esas personas, las más vulnerables, una vez más, como ha venido ocurriendo en crisis anteriores.