La belleza del arte centra la última reunión del clero joven: “El arte tiene la capacidad de tocarte el corazón y de despertar el alma”
Ayer se celebró la reunión mensual del clero joven, que estuvo presidida por nuestro Obispo, D. Casimiro, y tuvo lugar en el Seminario Redemptoris Mater, en Betxí.
En esta ocasión, los sacerdotes pudieron conocer y contemplar el icono que dos pintores han compuesto para la capilla de dicho seminario. Se trata de Daniele Giordano y de Francisco Olivares (Pancho), peritos en obras y en bellas artes.
Pancho habló de la propuesta de una nueva estética del pintor español Kiko Argüello, fundador del Camino Neocatecumenal, un itinerario de iniciación cristiana que surge con los más pobres de Madrid en 1964, en tiempos del Concilio Vaticano II y, que por la necesidad pastoral desarrolla una renovación artística en la Iglesia Católica, basada en la creación de nuevos espacios arquitectónicos y en la recuperación del icono para el arte occidental al servicio de la comunidad cristiana.
Según explicó, todo ello ayuda a sentirse amado y acogido cuando se entra en la capilla para participar en la liturgia, “vienes aquí con el peso de la vida y del mundo, necesitado de pasar a la vida, de escuchar la Palabra y al hermano, esperando consuelo por parte de la Iglesia”.
Vivimos en el mundo de las imágenes, un mundo cada vez más visual, indicó el pintor, “las imágenes son fundamentales porque tienen un impacto inmediato en el espíritu, te pueden dar un golpe muy fuerte en el corazón”, y las imágenes, la iconografía, “es muy importante en la tradición de la Iglesia”, que nace de modo anónima y se desarrolla poco a poco, por parte del Pueblo.
La representación de la fe cristiana en el arte, tiene siempre que ser un reflejo del alma, un anuncio celeste. “Para representar el mundo espiritual” es fundamental “abrir el cielo a la persona, abrirle a la trascendencia”, hacerle llegar la Buena Noticia que se actualiza en el momento en el cual se contempla, “Jesucristo te ama y ha dado la vida por ti”, recalcó el artista. Y para ello es necesario que el arte sea bello, “Dios ha creado la belleza, es muy importante la estética, porque el arte bien hecho tiene la capacidad de tocarte el corazón y de despertar el alma”.
Los pintores realizaron una explicación del icono que han pintado en la capilla, la “Aparición a los discípulos”: la Resurrección de Cristo es la victoria que destruye la muerte. El cuerpo glorioso del Hombre Nuevo reaparece en este mundo sin estar atado a sus leyes. Puede pasar a través de la puerta cerrada y desaparecer delante de los ojos de los discípulos. El Resucitado deshace todas las divisiones, está en total comunión. Los dos apóstoles en primer plano son San Andrés y San Pedro, que representan respectivamente la Iglesia de Oriente y la de Occidente. Cabe indicar que en estas pinturas se siguen las huellas de Rublev, intentando también abrir un puente a través del arte entre las Iglesias Católica y Ortodoxa.
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