Solemne Eucaristía de celebración del 125 aniversario de las Hermanas Terciarias Capuchinas de la S.F. de Nazaret
Presidida por Mons. Casimiro López Llorente en la S.I. Catedral de Segorbe
Se cumplen este mes 125 años de la presencia de las Hermanas Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia de Nazaret en la Diócesis de Segorbe-Castellón. La orden, fundada en 1885 por el capuchino valenciano D. Luis Amigó, tuvo su origen en el Santuario de Nuestra Señora de Montiel, en Benaguacil (Valencia). Su carisma y espiritualidad les vinieron dadas por su fundador.
Ahora se cumplen 125 años, desde que cuatro hermanas de la orden, procedentes de Masamagrell, se instalaron en un edificio cedido por un matrimonio segorbino. Así crearon un Asilo para acoger y educar a las niñas huérfanas de Segorbe y de los pueblos vecinos, una labor que, salvando las distancias generacionales y las necesidades actuales, siguen realizando.
La conmemoración se ha celebrado con la organización de diversos actos que han tenido su máxima en la celebración Eucarística que ha tenido lugar esta mañana en la S. I. Catedral de Segorbe y que ha estado presidida por el Obispo de la Diócesis de Segorbe-Castellón, Mons. Casimiro López Llorente. En la misma han participado también los párrocos de Santa María, San Pedro, en Segorbe, el de San Miguel Arcángel de Altura, y el secretario del Obispo. También de así como la Hermana Provincial, junto a las Hermanas Terciarias Capuchinas de Segorbe y las autoridades locales, con la Alcaldesa a la cabeza, como máxima representante de las mismas, así como feligreses de las parroquias segorbinas y demás representantes de Cofradías, movimientos y asociaciones eclesiales.
Tras la proclamación de la Palabra, el Obispo ha tenido palabras de agradecimiento a la labor que durante más de un siglo vienen realizando las hermanas en pro y en beneficio de los más necesitados. D. Casimiro, gran conocedor de la Iglesia que pastorea, ha realizado un breve repaso por su historia, y ha recordado cómo comenzaron su andadura y su servicio en nuestra Diócesis. Por ello, hoy nuestro Obispo ha dado «gracias a Dios por el servicio prestado desde entonces por la Casa de Nuestra Señora de la Resurrección, poniendo en valor el sacrificio de las hermanas por tantas niñas y niños, huérfanos y vulnerables». Una vida, ha dicho, «que brota del Misterio Pascual a través de vosotras, queridas hermanas, que durante tantos años habéis trabajado dando vida».
En ellas se muestra, a lo largo de todos estos años, el rostro del mismo Jesucristo «acogiendo a tantos necesitados, acompañándoles y sanándoles de sus heridas, y haciéndoles sentir la cercanía, la misericordia y la compasión de Dios», que por otra parte, ha recalcado nuestro Obispo, «es la tarea encomendada a nuestra Iglesia». Y en este sentido, la celebración lo ha sido de acción de gracias «por los múltiples frutos que se han derivado a través de vosotras en estos niños y niñas, gracias. ala presencia del Señor en vosotras».
D. Casimiro no es ajeno tampoco a los dones de tantas personas de Segorbe que en este trayecto han acompañado a las Hermanas «en su labor y misión en el pasado, pero también en el presente a través de la Asociación de Amigos de Fray Luis Amigó».
La conmemoración, ha dicho el Obispo, «ha de servir para recordar el origen, sin olvidar la duras pruebas, pero sobre todo, para vivir el presente poniendo la mirada en el futuro haciéndolo desde la Palabra de Dios» que se ha proclamado hoy que ha mostrado a Jesús «como la resurrección y la vida, mostrándonos que Él es el camino, la verdad y la vida: verdadero Dios y verdadero hombre». Y ha recordado la celebración litúrgica de ayer de la Anunciación del Señor y el Misterio de la Encarnación.
Cristo Jesús, fuente de vida, a través de las Hermanas Terciarias Capuchinas «de vida y llegue a los más necesitados, a aquellos que el Señor va a seguir poniendo en vuestras manos». Y así ha recordado el importante papel de la Iglesia en favor de la vida desde siempre, antaño por los huérfanos y hoy, «en este estado del bienestar nadie lo va a hacer como vosotras, consagradas a Dios, en Cristo para servir a los más necesitados y acueducto del agua que brota del amor de Dios». Y así, a través de la cercanía que muestran, «cada joven, cada adolescente, sienta la cercanía misma de Dios y su misericordia». Y es que ellas, ha valorado D. Casimiro, a pesar de su voto de castidad, sienten «como Madres desde las mismas entrañas y actúan como tal dando amor y mostrándolo ante aquellos que el Señor ponga en vuestras manos».
De esta forma las ha exhortado a seguir poniendo «la confianza en el Señor que es el único capaz de dar vida, luz, esperanza y aliento en nuestro caminar» refiriéndose a que éste es su presente y que «en manos de Dios» está su futuro, «porque Él nunca nos abandona». Ellas, igual que todos los que formamos el Pueblo de Dios de Segorbe-Castellón, ha concluido el Obispo, están «llamadas, en este Año Jubilar, a salir a la misión y a llevar la buena noticia de Cristo Jesús, a todos aquellos con quienes os relacionéis». Todo ello lo ha puesto D. Casimiro, «a los pies del Altar, elevando súplica y oración «para que Nuestra Señora de la Resurrección y Madre de Dios os siga protegiendo, guiando y alentando en vuestro caminar».
A la celebración de hoy se han sumado otros actos. El pasado viernes, con motivo de la efeméride, se celebró un acto de carácter cultural que consistió en una conferencia y un concierto. También hoy, al finalizar la Eucaristía se ha realizado una ofrenda floral a Fray Luis Amigó, en la escultura que se erige la plaza de la Seo.