La Diócesis celebra el XXII Encuentro del Apostolado de la Oración
Bajo el lema «Corazón de Jesús, fuente de comunión»
A primera hora de esta mañana, la Iglesia Parroquial de San Francisco, en Castellón, acogía el XXII Encuentro del Apostolado de la Oración que, bajo el lema «Corazón de Jesús, fuente de comunión» se ha celebrado en nuestra Diócesis coincidiendo también con el III Aniversario de la Consagración de Segorbe-Castellón al Sagrado Corazón de Jesús.
El Encuentro, al que se han sumado miembros del apostolado, así como representantes de algunas cofradías y fieles de la parroquia, ha comenzado a las 10,30h con el rezo de las Laudes. A continuación se ha celebrado la Eucaristía que ha estado presidida por Mons. Casimiro López Llorente, Obispo de la Diócesis y concelebrada por D. Estaban Badenes, Director Diocesano del Apostolado de la Oración, y por D. Juan Forcada, Vicario parroquial de San Francisco, acompañados por el Vicario para el Clero, D. Marc Estela, y el Secretario D. Ángel Cumbicos.
En la Liturgia de la Palabra se han proclamado las lecturas de la Solemnidad del Sagrado Corazón ensalzando así que en el Sacratísimo Corazón de Jesús están encerrados todos los tesoros de ternura, compasión y misericordia divinas para todos los hombres y mujeres. No en vano las lecturas (Ez 34, 11-16 y Rom 5, 5b-11) nos invitaban a contemplar ese amor pues, quien sino deja 99 ovejas del rebaño por ir en busca de tan solo una que se había perdido; y quien, sino un loco de amor, moriría por los impíos.
Un amor que, a través del Corazón de Jesús, hoy también se nos ha revelado como «fuente de comunión». Y así lo ha recalcado D. Casimiro durante su homilía, recordándonos la coincidencia del lema del Encuentro con el de la celebración del Año Jubilar Diocesano y «crecer en comunión para salir a la misión y hacerlo desde el Corazón de Jesús que es el símbolo real del corazón del buen pastor que da su vida por sus ovejas para, acogiendo, la vida de Dios, tengan vida en abundancia».
Hoy es un día para celebrar, acoger y experimentar que «Dios es amor», ha dicho el Obispo, «y nos llama para dejarnos convertir por Él y crear comunión y con Dios y entre nosotros». Y así se ha referido a las lecturas proclamadas para poner en valor el amor misericordioso de Dios, «que se encarna en el Pastor que ama y cuida a su rebaño».
Todos estamos necesitados de experimentar el amor de Dios Padre que a través del Corazón de Jesús vemos cómo «se da hasta el extremo, acompaña, perdona, cura, y sana». Este es un día para conocer «desde la oración y desde la contemplación al Corazón de Jesús el amor que Dios nos tiene hoy y a lo largo de toda nuestra vida», ha dicho D. Casimiro.
Desde la comunión con Dios, «la Iglesia diocesana camina y vive día a día de lo que nos es dado así testimoniar del amor de Dios». Esta es la misión a la que estamos todos llamados, «a acoger el amor de Dios que nos une en comunión con Él y con los hermanos, y así ser testigos de unidad y de esperanza».
Tras la Eucaristía, los fieles se han unido en oración y adoración ante el Santísimo Sacramento del Altar, que ha estado acompañada de la meditación que, por parte de D. Santiagio Bohigues, Director del Apostolado de la Oración en la Diócesis de Valencia, se ha ofrecido a los participantes sobre la espiritualidad del Corazón de Jesús.
Cabe recordar que este Apostolado es una asociación de fieles que, por medio del ofrecimiento diario de sí mismos, se unen al sacrificio de Cristo en la Eucaristía, en el que se renueva continuamente la obra de nuestra redención, y de este modo cooperan a la salvación de todo el mundo por medio de una unión vital con Cristo.
Ha estado siempre unido a la espiritualidad del Corazón de Jesús, que tal como aseguran «nos ayuda a vivir, desde el Bautismo, unidos a Jesucristo, en todo lo que hacemos». Con espíritu redentor, unidos a Jesucristo, ofrecen todo: alegrías y penas, éxitos y fracasos, por la salvación de todos.
Himno del Apostolado de la Oración
Por el triunfo del Reino de Cristo,
Por la paz en un mundo mejor,
nuestra oración, nuestro afán,
nuestro dolor, nuestro amor
con María en Jesús se unirán.
Nuestro ideal es vivir el misterio
inmortal de Jesús inmolado,
para implantar por la cruz,
su reinado de paz, de verdad, de luz.
Prometiste reinar en nuestra Patria,
a tu corazón sermos fieles,
ven a enseñarnos a amar a Dios,
ven a imponernos tu suave ley,
ven a reinar, sálvanos, sálvanos,
ven a triunfar, Cristo Rey.
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