La Vall d’Uixó inicia el 50 aniversario de cuatro parroquias
El primer domingo de Adviento de 1968, mons. José Pont y Gol creaba cuatro nuevas parroquias en la Vall d’Uixó: Jesús Obrero, El Cristo del Carbonaire, Santiago apóstol y Ntra. Sra. de Lourdes. D. Vicente Esteller, párroco de Jesús Obrero, asegura que las parroquias seculares de La Asunción y El Santo Ángel Custodio vieron cómo “hijos suyos se hacían mayores”, y que por ello también es motivo de celebración para ellas. El domingo pasado, 3 de diciembre, mons. Casimiro López Llorente presidió una Eucaristía de inicio del 50 aniversario.
La Misa con el Obispo fue en Jesús Obrero, una comunidad parroquial con cuatro lugares de culto pero profundamente cohesionada. Además de la sede parroquial en el Grupo La Unión, hay las iglesias de la Virgen de los Desamparados en la Colonia Segarra, la Antonio de Padua en el barrio homónimo, y la Virgen de los Desamparados en Carmaday.
Mons. Casimiro López Llorente orientó esta celebración hacia el objetivo de ser una comunidad de discípulos misioneros. En el mismo sentido se expresaba el párroco: “Queremos que la celebración no sea fiesta de un día; que durante todo un año podamos celebrar que somos familia, que somos parroquia”. El Obispo invitaba a los fieles que llenaban el templo a “fijarse en el hoy de vuestra comunidad para ver qué es lo que pide Dios para el futuro”. En este sentido exhortaba a rezar para “acoger la ocasión que Dios ofrece en este momento de gracia para ser una comunidad viva y evangelizadora”
Definición de parroquia
En la homilía, el Obispo dibujó lo que debe ser una parroquia misionera por el anuncio la celebración y el testimonio de la fe, objetivo del actual Plan Diocesano de Pastoral. Mons. López Llorente definió la parroquia como “familia en la fe”, “comunidad de creyentes que son presencia de Jesús con la fuerza del Espíritu en el barrio”, y casa de cada uno – como rezaba la decoración junto al ambón de la Palabra – en la que “las puertas deben estar siempre abiertas para que todos puedan entrar, y nosotros salir a anunciar el Amor de Dios de palabra y sobretodo por la vida”.
Sus fundamentos, explicaba, son la Palabra, los Sacramentos y la Caridad, ya que la Iglesia está formada por cada uno “con Cristo en el centro”. Por ello precisamente, es indispensable que los cristianos experimenten un “encuentro personal con el Señor que nos toque el corazón, nos transforme y nos haga discípulos misioneros”, concluía el Obispo.
Bendiciones
Vicente Esteller explica que los fieles están muy comprometidos con la parroquia desde hace décadas: “Aquí han comenzado muchas cosas a partir de la gente sencilla. Se hizo una guardería parroquial para ayudar a la conciliación familiar de las madres trabajadoras, se ha celebrado mucho en la calle, y las comunidades se han implicado mucho para construir y mantener los templos”. Como ejemplo, hace dos semanas se pintó entre todos la fachada de Jesús Obrero. Y también ha sido gracias a la colaboración de los fieles que se ha hecho una sede de la Misericordia y reforma de la Casa Abadía. Mons. Casimiro López Llorente bendijo los dos espacios.
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