La eutanasia y el aborto protagonizan la segunda jornada de formación para laicos y sacerdotes
Hoy se ha celebrado, en el Seminario Diocesano Mater Dei de Castellón, el segundo de los dos bloques que han compuesto las jornadas de formación sobre “Antropología cristiana y cuestiones de bioética” que han organizado la Vicaría de Pastoral y la Vicaría del Clero, de la Diócesis de Segorbe-Castellón, y que han tenido como destinatarios tanto a sacerdotes como a laicos.
Bajo el título de la tercera ponencia, “Final de la vida: Eutanasia, sedación y cuidados paliativos”, el profesor Ignacio Gómez, vicedecano de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica de Valencia (UCV), ha propuesto «frente a la eutanasia o el suicidio asistido, los cuidados paliativos, que no son sólo físicos, sino también psíquicos y espirituales».
Gómez ha realizado una exposición médica y moral «del grave problema que conllevan prácticas como la eutanasia y el suicidio asistido, así como la legalización de las mismas, siendo éstas parte de la cultura de la muerte», término acuñado por el Papa Juan Pablo II en su Encíclica “Evangelium Vitae”.
«Algo a lo que ha contribuido la confusión terminológica, la manipulación de las palabras y su significado» decía, «ya que la palabra eutanasia por ejemplo, en griego eu-thánatos, significa “buena muerte”, y ¿quién no quiere tener una buena muerte?» ha continuado, «lo que se difunde a través de muchos medios de comunicación es que la Iglesia quiere que la gente muera rabiando, cuando la Iglesia quiere todo lo contrario, una correcta y lícita asistencia sanitaria junto al acompañamiento espiritual de las personas con una enfermedad terminal, para no dejarlas solas ante el sufrimiento».
También ha propuesto «la sedación terminal como una herramienta lícita ante el sufrimiento de un paciente terminal, siempre aplicándola con un fin paliativo, y siendo la clave la dosis que se administre al paciente. Si se aplica con dosis no letales a un paciente con síntomas refractarios que no responden a ningún tratamiento, es un acto lícito», tal y como ya apuntó el papa Pío XII en 1957.
«Ahora estamos viendo cómo el hecho de defender la eutanasia y el aborto se ha convertido en un símbolo de progreso y avance, mientras que los que defendemos la vida nos hemos convertido en retrógrados y reaccionarios que vamos contra el progreso», ha apuntado Gómez.
En cuanto a la cuarta y última ponencia, el profesor Julio Tudela ha profundizado en temas como la crisis de natalidad, las técnicas de reproducción asistida, la maternidad subrogada, la contracepción o el aborto, bajo el título “La vida humana: ¿don o mercancía?”.
En relación al aborto, Tudela ha propuesto varias soluciones, entre las que se encuentran «el apoyo psicológico, espiritual, médico, social y económico a la mujer con un embarazo no deseado; el apoyo a la mujer tras el parto; una educación sexual institucional en medios de comunicación, escuelas y familias desde una perspectiva antropológica correcta, que integre sexo, afectividad, amor y fecundidad como un proyecto valioso; así como educar éticamente, también a los profesionales de la salud, en el respeto a la vida en toda circunstancia».
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