Sugerencias para no dejar pasar a Dios de largo en Adviento
En Adviento estamos invitados a abrir nuestro corazón, porque viene el Señor. Es tiempo de espera y de esperanza. Dios viene a nuestro mundo, entra en nuestra vida y se manifiesta en nuestra historia para traernos lo mejor que podemos esperar, la salvación y la libertad. Nos libra del pecado y de la muerte, y quiere hacer de nuestro mundo un mundo más fraterno y más humano, en el que Él sea conocido, acogido y amado.
Es un tiempo de preparación para la Navidad, para reflexionar sobre el significado del nacimiento de nuestro Salvador, la piedra angular que otorga sentido a la vida de aquellos que le acogen, que comienza cuatro domingos antes de esta fiesta. Además, marca el inicio del Nuevo Año Litúrgico católico que este 2023 comenzará el 3 de diciembre.
El Adviento está dividido en dos partes: las primeras dos semanas sirven para meditar sobre la venida final del Señor en el fin de los tiempos; mientras que las dos siguientes son para reflexionar sobre el nacimiento de Jesús y su irrupción en la historia del hombre.
El mensaje principal de los cuatro evangelios que escucharemos los domingos es la necesidad de prepararse para la llegada del Mesías y estar atentos a las señales que anuncian su venida.
En el primer domingo, el evangelio de Marcos (13:33-37) habla de la necesidad de estar preparados para la llegada del Hijo del Hombre, que vendrá en un momento inesperado. En el segundo, Marcos (1:1-8) presenta a Juan el Bautista como el precursor que prepara el camino para la llegada del Mesías. En el tercer domingo, el evangelio de Juan (1:6-8, 19-28) muestra a Juan el Bautista como el testigo que da testimonio de la luz. Mientras que el cuarto, Lucas (1:26-38) narra el anuncio del ángel a María sobre el nacimiento de Jesús.
La liturgia se centra en cuatro grandes personajes: el profeta Isaías, María de Nazaret, su esposo José y Juan el Bautista. Isaías es el profeta del Adviento, es quien anuncia al mesías que traerá la salvación al mundo, al hombre que reinará y cuyo reino no tendrá fin: el rey que nacerá de una virgen. En este tiempo, de él se toman la mayoría de las primeras lecturas de la Misa y del Oficio de Lecturas.
Decíamos que el Adviento es tiempo de espera y esperanza, porque en el seno de María crece el germen de una vida nueva, la del Hijo de Dios que se encarna y toma nuestra propia humanidad. La liturgia se centra en su papel como la mujer que dio a luz al Salvador. Por un lado, encontramos la gran solemnidad de Adviento que es la Inmaculada Concepción de María, el 8 de diciembre; en la que, como la Virgen, estamos llamados a concebir en nosotros a Cristo. La diferencia es que nosotros lo concebimos en medio de nuestros pecados. Pero el Espíritu obró en ella del mismo modo que puede obrar en nosotros, si le dejamos, y dar a luz a nuestro Salvador. También, en la tercera semana celebramos la festividad de la Virgen de la Esperanza, el 18 de diciembre, en la que del mismo modo que María esperó el alumbramiento de su Hijo, también nosotros nos preparamos para que nazca esta Navidad y todos los días.
La figura de José aparece en Adviento como modelo de fe para todo cristiano. Tras su decisión de repudiar a María en secreto, será el ángel del Señor quien le confirme que la maternidad de María es obra de Dios, y quien le comunique su misión de ser el padre legal del niño que nacerá. José supera la prueba que se le ha presentado a su fe en Dios, y se fía de su palabra.
Por último, Juan el Bautista aparece en Adviento como figura de preparación. Su ejemplo nos recuerda nuestra misión de preparar los caminos del Señor, de anunciar la Buena Noticia. Es el mensajero, el precursor de Jesús, el predicador que llama a la conversión, y la Iglesia continúa su papel, mostrándonos a Cristo y encaminándonos hacia la venida del Señor.
Propuestas en la Diócesis de Segorbe-Castellón
Durante este tiempo, las parroquias suelen realizar retiros y diversas actividades, para ayudar a los fieles a prepararse para la llegada de Jesús y reflexionar sobre el significado de su nacimiento. Estas son algunas sugerencias que nos han hecho llegar:
- Grupos de Oración y Amistad: retiros el 22 y 29 de noviembre, y 3 de diciembre.
- Parroquia de La Sagrada Familia de Castellón: retiro de la Cofradía Cristo de Medinaceli el 25 de noviembre, convivencia de la Iniciación Cristiana el 2 de diciembre, Novena de Navidad y aguinaldos del 16 al 24 de diciembre, y representación del Belén viviente el 17 de diciembre.
- Parroquia de la Santísima Trinidad de Castellón: charla de Emaús hombres el 27 de noviembre, anuncio del Camino Neocatecumenal el 29 de noviembre, y a partir del 4 de diciembre rezo de Laudes a las 6:30 h.
- Cáritas Diocesana: retiro el 28 de noviembre, y Eucaristía prenavideña el 19 de diciembre.
- Parroquia de La Asunción de La Vall d´Uixó: charla de formación el 29 noviembre, del 29 al 7 de diciembre Novena de la Inmaculada y Vigilia de la Inmaculada, Peregrinación con familias en Adviento a la Basílica del Lledó el 6 de diciembre, “Un café con fe” el 10 de diciembre, retiro parroquial el 16 de diciembre, bendición de imágenes del niño Jesús el 17 de diciembre, y celebración penitencial en preparación a la Navidad el 19 de diciembre.
- Comunidad de las Bienaventuranzas: retiro del 1 al 3 de diciembre con Jacques Philippe.
- Acción Católica: retiro el 2 de diciembre en el Maset de Frater.
- Cofradía de la Mare de Déu del Lledó: retiro el 2 de diciembre.
- Parroquia de San Francisco de Castellón: retiro el 2 de diciembre.
- Acción Católica General: retiro el 3 de diciembre.
- Diáconos permanentes: retiro el 3 de diciembre.
- CONFER: retiro el 3 de diciembre.
- Vida Ascendente: retiro el 5 de diciembre.
- Parroquia Santos Evangelistas de Vila-real: retiro el 9 de diciembre.
- Secretariado de Migraciones: retiro el 10 de diciembre.
- Sacerdotes: retiro el 11 de diciembre.
- Sacerdotes mayores: Encuentro el 19 de diciembre.
- Scouts, Luz de la Paz de Belén: 15 de diciembre.